¿Cuántas películas hemos visto en las que aparecían los clásicos y famosos taxis de Nueva York?. Y es que esos taxis amarillos inundan las calles de la ciudad. Están por todas partes, la verdad. Son muy eficaces para moverse por Nueva York, incluso aunque el tráfico os parezca caótico y salvaje. Los taxistas neoyorquinos están acostumbrados a salir de las peores situaciones…
Eso sí, muchos de ellos sólo saben inglés, aunque podéis tener suerte y encontrar un taxista hispano o que se desenvuelva en varios idiomas. Sea de donde sea, aquí en Nueva York es casi obligatorio dejar propina, a no ser que el trayecto haya podido resultar un “infierno”.
Los taxis de Nueva York llegan a todas partes, aunque al taxista le parezca demasiado lejos y ponga mala cara. No os preocupéis, estáis en vuestro derecho de ir a donde queráis. Para pedir un taxi seguro que lo habéis visto en las películas, ¿no?. Levantáis la mano en la calle y lo detenéis, siempre y cuando el cartel que lleva encima esté luminoso, que significa que está libre.
Nada más subiros el taxímetro debe indicar 2,50 dólares, que es el precio de subida de bandera, o sea, de salida. Por cada kilómetro que recorráis el precio es poco más de un dolar, y si el taxista os tiene que esperar por cualquier motivo, el precio será de 20 centavos por minuto. Haciendo cálculos, un trayecto normal por la ciudad nos puede salir por unos 12 dólares.
A todo esto hay que tener en cuenta ciertos detalles:
- Entre las 20.00 y las 06.00 horas la tarifa es distinta, con un recargo de 0,50 dólares en el precio final.
- De 16.00 a 20.00 horas existe además un recargo de hora punta de 1 dólar al precio final.
- Al precio final del viaje también hay que añadirle 0,50 dólares como impuesto estatal de circulación
- Si hay que atravesar autopista de peaje, el precio de la misma corre a cargo del pasajero.
Todos estos detalles hay que tenerlos en cuenta para luego no llevarnos una sorpresa desagradable.
Si llegáis en avión y queréis tomar un taxi desde el aeropuerto hasta alguno de los hoteles en Nueva York, el precio fijo desde el Aeropuerto JFK es de 45 dólares, más los peajes y el impuesto estatal. Este precio fijo es hasta Manhattan, por lo que si tenéis que viajar algo más lejos, al llegar a Manhattan el taxista pondrá el taxímetro.