Rockefeller Center

Nueva York es una ciudad de película. Muchos de sus edificios han formado parte del elenco de artistas y escenarios del séptimo arte. ¿Quién no ha visto alguna vez interpretando su papel de piedra al Rockefeller Center?. Porque, además de un gran actor, es uno más de los símbolos de esta imponente ciudad.

Rockefeller Center

Pero además del cine, en Rockefeller Center podéis encontrar de todo. Tiendas, teatros, el Radio City Music Hall… Pero claro, comprar en sus tiendas es algo que sólo se pueden permitir los más exclusivos. La mayoría de turistas nos quedamos contemplando sus escaparates. Qué le vamos a hacer…

Aún así, la zona es de visita imprescindible. Hay que dejar un par de días al menos para planificar el recorrido por la Quinta y Sexta Avenida, donde se halla el edificio, ya que en sus alrededores encontraréis Central Park, el MOMA, Times Square o el Empire State Building, todos ellos iconos de Nueva York. Está de más decir que es un lugar muy bullicioso.

Hay gente que se queda abajo, echando fotos del edificio. Pero claro, venir a un rascacielos de Nueva York y no subir a él para ver las vistas de la ciudad… Hay que pagar entrada, entre las que se incluyen un bono para visitar el MOMA, pero merece mucho la pena ascender hasta el mirador del Rockefeller Center.

El ascensor del edificio os lleva hasta la planta 68, donde se halla el primer mirador. Las vistas son ya impresionantes, aunque subiendo las escaleras os encontraréis otros dos miradores más. Imaginaros lo que debe ser ver Manhattan a vuestros pies, con el horizonte forjado por una minúscula silueta de la Estatua de la Libertad.

Eso sí, todo es muy turístico y demasiado comercial. Hay dos tiendas en los miradores, en la planta baja, subiendo las escaleras… Merchandising total para la visita. Lo mejor del Rockefeller Center es que no está tan masificado como el Empire State Building. No se ven tantas colas en las taquillas, en la entrada, e incluso tiene vistas mejores. Lo que hace la fama…