Es muy fácil llegar a Nueva York en avión ya que disponemos de hasta tres aeropuertos importantes para hacerlo.
El primero de ellos, tal vez el más conocido, sea el JFK, situado en Queens, 24 kilómetros al sureste de Manhattan. Desde allí se puede tomar el Air Train que conecta con la estación de tren de Long Island o el metro para llevarnos a la estación de metro de Howard Beach.
También se puede acceder a la ciudad a través de los autobuses New York Airport Service, que os llevan hasta la Grand Central Station. Estos autobuses salen cada 20 minutos del aeropuerto, entre las 06.15 y las 23.10 horas. La duración del trayecto varía del tráfico y la hora, aunque suele estar en torno a una hora. A la hora de hacer la reserva preguntar en vuestro hotel si tienen servicio de transporte con el aeropuerto.
Existe también la posibilidad del taxi, pero os saldrá por unos 50 euros. Para coger el taxi hay una cola en la que os deberéis poner y os darán un papel en el que os apuntan a dónde queréis ir para que se la déis al taxista. Es muy probable que se os acerque gente a ofreceros transporte y taxis “piratas”.